Solo hay por mostrar las mil maneras que uno busca de reengancharse a su tierra 8 años después de dejarla. Aún no he deshecho ni las cajas de la mudanza, aún sigo sin saber por dónde empezar, pero se que ahora quiero estar aquí: en esta tierra húmeda y tranquila por la que el tiempo se escurre sigiloso, como de puntillas.