Si. Ya lo se. Hace mucho tiempo
que no escribo en el blog y seguro que nadie espera que hable de esto, pero lo
voy a hacer. Hoy quiero hablar de futbol. Pero no de un futbol convencional, no
del futbol que se ve por tele, n tampoco del futbol millonario de la liga de la
estrellas, liga cósmica, de las galaxias, etc. Hoy quiero hablar sencillamente
de ese futbol que, sin saber muy bien por qué, se lleva dentro, muy dentro. Ese
futbol que se vuelve parte de la identidad y que contra viento marea sigue
estando ahí. En mi caso este futbol
tiene nombre propio: Sporting de Gijón.
Como digo, este futbol pertenece
a lo sentimental, a lo nostálgico y vive más del recuerdo y de los deseos que
de la realidad. Recuerdo entrar en el Molinón con mi pequeña mano envuelta en
la mano de mi padre, sin saber muy bien a donde iba, creo que fue un partido de
copa contra el Zaragoza (mi familia es de alli, Yo también aunque no me guste
reconocerlo) Recuerdo míticas avalanchas en el fondo sur , viajes entrañables
en tren hasta la capital para salir siempre “gachu” después de que Carlos, Oli
o Bango en propia puerta te jodieran la tarde, recuerdo llorar como un idiota
en más de una ocasión y haber esperado paciente y con ilusión un infinito de
temporadas para ver a mi equipo jugar otra vez con los mejores.
He llevado los colores de este
equipo por todos los lugares por los que he trabajado, y a la pregunta ¿Real
Madrid o Barcelona? (Pregunta que te hacen en cualquier lugar del mundo en
cuanto saben que eres español) siempre respondo: Sporting Gijon, el “de” me lo
como por no hacérselo más difícil. Bastante jodido es ya que lo conozcan.
Recuerdo un día en el frente en
Sirte, durante uno de los enfrentamientos más duros que recuerdo. El fuego era
intenso y , por así decirlo, no me cabía en el culo ni el bigote de un gamba.
Acojonado, intentaba tomar fotografías de unos rebeldes mientras disparaban sus
AK-47 y tomaban cobertura tras
unos muros casi reventados. Baje mi cámara para tomar aire y buscar una salida
de aquella ratonera. Entonces, desde la otra esquina, un rebelde de una milicia
con la que había compartido algunas jornadas meses antes, me mira y grita:
“¡¡¡Sporting!!!! “ En ese momento pensé en lo surrealista que era la guerra,
pero también pensé que había hecho algo bueno por el equipo de mis amores.
Ahora todo una milicia sabía de la existencia de mi equipo. Algo que parece una
gilipollez, pero como digo. Este futbol pertenece a lo identitario, así que
sentí también que se aceptaba, se conocía y se recordaba una parte de mi.
Ahora, hago lo mismo en Siria. Como todos sabréis esta gente
son grandes aficionados al balón pie, pero por desgracia solo consumen ese
futbol enlatado que llega a todo el mundo. Ese futbol de mercado que solo llena
las arcas de algunos y vacía las mentes de otros muchos. Así que cuando ayer,
en el campo de refugiados de Azaz, en el norte de la provincia de Aleppo, uno
de los forzosos y desgraciados habitantes de semejante pozo de mierda (no lo
puedo llamar de otra manera) sabía de mi equipo, me henchí de orgullo.
Pero la verdad, estoy hasta los
cojones de ser del Sporting. Y no es porque perdamos, no es que no lo sienta,
al contrario. Hasta lo sufro y es capaz de sacarme energías para retomar un
habito que perdí hace casi un año, escribir y publicar en mi blog.
En realidad estoy hasta los
cojones de esos señores que diciendo ser del Sporting, lo mangonean y juegan
con el (y con los sentimientos de tantos sportinguistas) al monopoli. Esa gente
que entiende que el futbol es una maquina de hacer dinero para ellos y que, por
medio de subterfugios, trampas, trampillas y mangoneos, se han convertido en
peligrosos dictadores que hacen y deshacen según el viento que les da.
Iluminados que dicen A, hasta que tienen que decir B y mientras tanto te la
están metiendo doblada. Todos sabemos los nombres y no los voy a escribir aquí,
porque para más cojones, esa banda de hijos de puta tiene la mano ligera a la
hora de aquerellarse por lo que sea.
Cuando fui liberado tras mi
cautiverio en Libia, recuerdo que una de las primeras cosas que me llegaron al
alma (hablamos de futbol, no de familia, amigos y anónimos) fue ver una foto
del Sporting formando en Anoeta con una camiseta que decía “Manu Brabo libre
ya” . Estaba en la embajada española en Túnez y era la primera vez que tenía
contacto y noticia de todo aquel movimiento que organizaron mis seres queridos
para liberarme. Lloré como una Magdalena, aunque llovía sobre mojado, como se
suele decir.
En aquel Momento pensé que
debería hacer algo y tener un gesto hacia ese equipín que cada domingo, no solo
juega en El Molinon, si no además también aquí dentro. Un equipo que no solo me
ha acompañado durante 32 años, si no que se ha mojado directamente en mi vida
hasta el punto de que hoy yo pueda contar esto. Desde entonces, siempre he
querido expresar mi gratitud al equipo y no he sabido como hacerlo. Hoy, creo
que he encontrado la forma. Y no es otra que dar mala prensa por todo el mundo
a esa directiva, a esos fulanos del traje que hace tiempo que dejaron de sentir
lo que sentimos el resto, a esa –como diria Toro, compañero de domingos en el
estadio- “banda de
pelamangos”.
Pepin & CIA, irs a tomar por
el puto culo y devolvednos lo que es nuestro por derecho. No el equipo, no. El
corazón, la identidad
El corazón lo tienes, no hay mas que ver que escribes con él. Puxa Sporting y la buena gente! Allahu Akbar, Sirte 1-Sporting 2
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ResponderEliminarEnorme caudal de sentimientos.
ResponderEliminarEnhorabuena por el artículo tan sentido.
Si este tipo de comentarios se traspasasen a la inteligencia de algunos otro gallo cantaria. Ole! por tan magnificas palabras escritas con corazón y razocinio.
ResponderEliminarSe me da la opcion de responder,pero no lo voy a hacer,solo voy a decir una cosa.Gracias !!!
ResponderEliminarNo se puede expresar mejor un sentimiento,ser sportinguista y valorar el cáncer del SPORTING,un saludo y ánimo para llevar al Sporting por todo el mundo.
ResponderEliminarSiempre lo dije, cuando el equipo bajo a 2ª la temporada pasada toda la junta directiva debería de haberse marchado para su casa y dejar las riendas del equipò a gente nueva que empezando desde cero aporte ganas y ilusiones, cosa que estos directivos demuestran que no tienen. Puxa Sporting
ResponderEliminarHermoso escrito, que me ha encantado incluso a mi, estando tan lejana al fútbol. Saludos!
ResponderEliminarPuxa Sporting !!!!
ResponderEliminarHoy estuvimos viendo en el trailer de obra, desplazados en USA, la semifinal de champions con unos amigos de la contrata alemana que trabajan al lado. Un poquito de Soccer en tierra extraña por cortesia de internet. Enganchando con la historieta de prensa local de la semana pasada, y como complemento a la pregunta "Madrid-Barcelona?", la respuesta sale de dentro: "..my small town club!..you know? it seems few years ago, the management refused Lewandosky, can you believe it??...my small town club..HEY! it used to be one of the BIGS in the 80s, but now, being managed by BURGLARS, is waiving between the Premier and Second league. Name? Sportingg de GGGijjon". No soy futbolero, lo justo para casos como este, pero lo del Sporting va mas allá.
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