Ayer, en la localidad leonesa de La Magdalena, mineros del sector privado mantenían su lucha por el futuro del sector y por las dos nominas que se les adeudan. Alli había desde viejas glorias de las protestas del 92, hasta jovenes pubertarios que no han pisado la mina en su vida, pero que saben muy bien que el futuro y la vitalidad de su valle -aquel que les viera nacer- están estrechamente ligados a un oficio en declive. Aquí, pese a los años de espejismo hiperdesarrollado, no se han olvidado el único lenguaje que, por desgracia, entienden nuestros empresarios y gobernantes.
miércoles, 15 de septiembre de 2010
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Frustración, fuego, descontrol y carga policial... buenas fotos Manu Brabo!
ResponderEliminarMuy buenas fotos
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