La carretera que lleva al frente está despejada, pero el conductor no se fía. En el primer check point rebelde nos avisan de que la ruta esta salpicada de patrullas de Kadaffi que se han colado camuflados en la inmesidad del desierto. Quince minutos antes llegar a la entrada de Ajdabiya el paso está cerrado por un reducto de guerrilleros de la revolución que se reavastecen en retaguardia. Oussama, es un ingeniero benghazino que reside en Cambridge desde hace años. Se disculpa y nos explica: “los combates son intensos dentro y en las afueras de Ajdabiya”. Ellos, los rebeldes, controlan los accesos norte y oeste y parte del centro. Los otros dos accesos y la parte sur de la ciudad, incluido el hospital, son controladas por los mercenarios de Gadaffi. “Hay regulares, si. Pero también he visto hombres de la panáfricana y soldados asiáticos”
Durante la estancia en el check point, varios guerrilleros se acercan a suplicar que hablemos de esta brutal violación del alto el fuego, también reclaman la intervención para asegurar la exclusión del espacio aéreo. “¿Dónde están los aliados?¿Dónde está Francia? ¡¡Nos están bombardeando!!” comenta otro guerrillero en un inglés básico, mientras otros guerrilleros se agolpan alrededor hablando y haciendo señas, está evidentemente nerviosos.
A la noche, las comunicaciones en Benghazi habían sido cortada y el se habia perdido casi cualquier forma de contactar en el este de Libia. Solo una pobre conexión internet vía satélite permitía transmitir informaciones de forma intermitente. Hacia las 22:00, hora local, se comenzaban a escuchar de nuevo las detonaciones y el tableteo de las ametralladoras en las afueras de la ciudad. Durante la madrugada, se escucharon bombardeos de artillería intensos y los combates eran muy cercanos a la calle Sharia Al-Jezaeer, donde están ubicados tres hoteles de la prensa.
A las 8 de la mañana, el ruido de los cazas sobrevolaba la ciudad de Benghazi y uno de ellos fue derribado. Las informaciones son muy confusas, pero según la cadena de televisión Al Jazeera, el avíón puede ser un Sujoy del ejercito rebelde. Si bien esto parece improbable, pues la fuerza aérea de la revolución es muy escasa y una violación de la zona de exclusión aérea les dejaría en muy mal lugar ante la comunidad internacional.
Los tiroteos son intensos y los guerrilleros se afanan en cada parar el avance de las tropas del dictador en cuadra. Se siguen escuchando cazas sobrevolando la ciudad y bombardeos de artillería pesada, así como detonaciones de granadas y lanzacohetes. Armados con Kalashnikovs, antiguos fusiles de principios del S.XX, cócteles Molotov, palos o machetes. Los guerrilleros tratan de resistir este último envite de los regulares y mercenarios Gaddafistas.
Así las cosas, la situación es que mientras se espera a que las fuerzas aliadas intervengan para evitar una masacre en Benghazi, Gadaffi aprieta al máximo con la idea de sentarse a la mesa de negociaciones con la capital rebelde sitiada o en sus manos. Ahora mismo, las informaciones son confusas, pero todo parece indicar que Benghazi, se encuentra rodeada y bajo asedio.
Excelente trabajo el que estas haciendo. Te seguimos desde El Salvador (CA), cuidaos mucho que se vienen momentos dificiles. ¡MUCHO ANIMO! y a seguir luchando desde la barricada del mejor periodismo.
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